La Patagonia Austral ha cautivado a numerosos e intrépidos aventureros de todo el mundo desde hace siglos. Sus historias son hoy fuente de inspiración para todos aquellos que nos fascina este territorio.
ALBERTO
DE AGOSTINI
Alberto de Agostini (1883-1960) nació en los Alpes italianos, en el seno de una familia de editores y cartógrafos, su infancia transcurrió en el sitio donde tuvo origen el alpinismo italiano. Creció en una atmósfera de curiosidad geográfica y fascinación por las montañas, la naturaleza y las grandes zonas inexploradas, lo que ejerció una fuerte influencia sobre su espíritu.
De los cerros y quebradas que fueron el patio de juego de su niñez, De Agostini pasó a las cumbres más altas de su tierra natal, convirtiéndose en un alpinista experto durante su juventud. Siguiendo la tradición familiar, profundizó en la documentación geográfica y se instruyó en las nacientes técnicas de registro fotográfico y fílmico. Con todo ese acervo y formación de vanguardia, De Agostini llegó a Magallanes en 1910 como miembro de la Congregación Salesiana, dando inicio a una infatigable labor de explorador, fotógrafo y documentalista a lo largo de varias décadas, que se centró principalmente en los macizos montañosos de Tierra del Fuego y Patagonia. Se internó por sus rincones más apartados, logrando varios hitos en la historia del montañismo y la exploración de Chile, como el descubrimiento del fiordo De Agostini, el primer cruce de Campo de Hielo Sur y el primer ascenso a los montes Sarmiento y San Lorenzo.
El legado de Alberto de Agostini como explorador y documentalista es enorme. Su obra consta de decenas de libros en varios idiomas, un archivo fotográfico con miles de imágenes y varios registros fílmicos en 35 milímetros, entre los que destacan el primer documental rodado en Magallanes. Esta extensa obra es testimonio de la fase final del proceso de incorporación de las regiones de Aysén y Magallanes al mundo occidental, donde se exploró y definió la frontera entre Argentina y Chile, estructurando la ocupación humana a partir de grandes estancias ovejeras. Esto tuvo como consecuencia la declinación de las antiguas etnias fueguinas, hecho del cual De Agostini no fue indiferente, dejando el más completo registro fílmico que se conoce de ellas y un testimonio crítico de la implacable persecución y aniquilamiento de los que fueron objeto.
GUNTHER
PLÜSCHOW
Gunther Plüschow (1886-1931) nació en Munich, Alemania, fue un navegante, escritor, documentalista y pionero de al aviación alemana. Fue el primero en explorar y fotografiar Tierra del Fuego desde el aire.
Desde pequeño surgió en él una gran fascinación por este territorio, cuando con 10 años descubrió una vieja postal con la imagen de un barco en un paisaje fueguino.
Después de una larga carrera militar, que incluyó un escape como prisionero de guerra alemán en Gran Bretaña, Gunther Plüschow decidió cumplir su sueño de infancia. En 1927, inició una gran expedición navegando desde Alemania a los confines del mundo, a bordo del Feuerland, un velero de madera de dos mástiles de 16 metros de eslora.
El interés de Plüschow por esta tierra y su personalidad intrépida, lo llevaron a querer explorarla no solo por mar y tierra, si no también desde el aire. En un vapor envió a Punta Arenas su hidroavión, que armó junto al ingeniero Ernst Dreblow y al que bautizaron como Tsingtau. Con él sobrevoló a partir de 1928 la Cordillera Darwin, el Cabo de Hornos, el Campo de Hielo Patagónico Sur y las Torres del Paine de la Patagonia.
Tras estas exploraciones Plüschow publica en Alemania un libro y un documental con el nombre "Cóndor plateado sobre Tierra del Fuego", dando a conocer al mundo las maravillas de la Patagonia, compartiendo por primera vez en la historia la vista aérea de los paisajes fueguinos.
En 1931 murió junto a Dreblow en un accidente mientras sobrevolaban el Lago Argentino, muy cerca de el glaciar Perito Moreno.